lunes, 27 de julio de 2009

Crónicas del Cantábrico I (Jazzaldi de Donostia)

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Quizás no todos conozcáis San Sebastián. Su principal playa es tan archifamosa que eclipsa a esa hermana menor a la que da la espalda, esa su cara B, esa otra 'Concha sin (tanto re)nombre' que es La Zurriola y en la que aterriza cada año el 'Jazzaldi'. La invade con decenas de actuaciones en varios escenarios –la mayoría al aire libre– durante casi una semana.
Y en ella también aterrizamos nosotros el jueves con mi porta-caparazones repleto. Jenny, Villarcla, LittleGirl se dejaron llevar ilusionadísimas desde la 'ciudad vecina' al encuentro de Dissolved, 'Fan' y de lo que tuviera que suceder sobre aquellas arenas de plata.

Un par de telefonazos tras aparcar ("¿Dónde estáis?"), un nombre de bar deletreado a duras penas por la sueca –se te sigue atravesando el euskera, lógico– y ya estamos todos los quelonios agrupados rumbo a la firma de discos prometida para las 21.00. "...¿Crees que acudirán todos los músicos? Yo apuesto por que quizás dos o tres..."

Pues no! Allí nos sorprendieron los seis, puntuales y animados en la mini carpa de la Fnac al aire libre, a la ribera del Urumea, con el sol poniéndose tras el monte Urgull... mientras los turistas se van. Con Juanma, Guille y Pucho formalitos, sentados al mostrador en primera línea de fuego y David, Álvaro y Jorge algo más sueltos, sin silla, pululando por el stand, todos ellos rotulador en mano. La Morla al completo, sonrientes, atentos –pacientes...– y firmando todo lo que les poníamos por delante (Va por ti, Rodri).

Sin perder la sonrisa durante más de media hora dedicaron discos, camisetas, un par de ediciones especiales -entre ellas la que trajo Villarcla, para envidia de todos nosotros– y hasta algún tríptico cutre al caza-autógrafos despistado de turno que ni sabía con quien trataba. Había fans de todas las edades.

Aunque comenzamos formalitos, respetando una improvisada cola junto a la barraca, rápidamente las tortugas rompimos filas para atacar sin piedad la trinchera vetusta por más de un flanco a la vez.

Verles tan solicitados me corta muchísimo. No sé. Considero su tiempo mi oro. Me bastó con saludarles lo más rápidamente posible y después le dije hola también al mago de las luces y, de pasada, al jefe de todo –que pasó por allí raudo– e incluso conocí por fin a ese Calamar tocayo mío.

Pero quería permanecer cerca de la escena porque no podía perderme por nada del mundo las caras de felicidad de Jenny, Villarcla, Little, y sobre todo, el momentazo anécdota de Dissolved.

¿Os acordáis del efecto que tenía la kriptonita sobre Superman? Le dejaba sin sus poderes, débil y como atontado...
Bueno pues ocurrió mientras los vetustos abandonaban el campo de batalla y Pucho me confirmaba un último dato que le pregunté sobre una maqueta. En ese momento, ¿a quién descubro a mi lado, inerte cual estatua de cera, prendada del cantante y como extasiada por su mera presencia? A nuestra Dissolved del alma. Jaja!
Sí. Improvisé para sacarte de aquel atolladero como admites azorada, pero por otro lado me alegro de que hayas probado tu medicina. Ahora sabes cómo nos quedamos normalmente nosotros ante tus ojazos nórdicos, jaja! Aturdida, sintiendo que no daba más, se llevó dos besos de kripto-Pucho. (Pobrecilla, se pasó el resto de la noche justificándose, ruborizada ante nosotros, por esos diez segundos de tontuna inexplicable).
No hace falta, mujer, ¡Con lo racional que eres tú siempre...!

Por otro lado, sirva este encontronazo de aviso a navegantas; si el gran duelo entre auras 'Dissolved/Pucho' se solventó con esa rotunda victoria visitante, auguro que lo van a tener muy difícil casi todas las demás... uy! Y por cierto, hablando de las demás y de piernas de neón... Aquella rubia bellísima que revoloteaba tan suelta por el stand como hiperactiva, metiendo puntos acá y allá acompañada de su amiga, resulta que acudió horas después al concierto agarradita a su novio...
¿Estratega?

De ahí hasta las 00.30 el tiempo se nos pasó volando.

Un paseo junto al imponente Kursaal –que con esa iluminación descompuesta en mil pedazos lo es aún más– acompañados por la vocecita de Lourdes Hernández y el folk suave de Russian Red de fondo, unas fotos al SleeperBus –en el que sabíamos que toda la tropa iba a dormir tres noches seguidas– y después, el obligado paseo nocturno en chanclas por la arena esquivando cientos de cuadrillas pertrechadas en torno a alcohol del súper.
Néctar, aguijón y sed en el aire.

Nos sentamos junto a la valla de la primera fila y a esperar.

Un poco más alejado del centro se puso también Iker –¿Le Recordáis? Era aquel joven fan de 11 años de Santana. Claro, no podía faltar. Allí le pudimos enviar un saludo y charlar también con 'fan' padre–.

El concierto estaba programado para 33 minutos después de la bajamar de ese jueves y la verdad es que yo nunca les he visto comenzar más puntuales.

Iba a ser la actuación número 99 en la historia de la banda y quedó enhebrada en este orden: Autocrítica / Rey Sol / una genial Vida no hay mucha (con un estruendoso final cada vez más exagerado) y a continuación una pausa para los saludos de Pucho, que nos confirma la ilusión del grupo al pisar por primera vez esa plaza, aunque venían de tocar pocas semanas atrás en esa otra ciudad 'vecina' (jeje, qué tacto).
También tuvo el detalle de acordarse de nuestra canaria, ya que agradeció al micro que hubiera venido gente desde tan lejos como Tenerife, –se lo habíamos comentado antes–.
¡Ahora todo el mundo sabe que sigues acumulando millas en tu tarjeta-cliente-VM! jaja.

Después se equivocó al anunciar por error Copenhague y a alguna casi le da un síncope... Uf!
Tranquilas..., que viene después de Al respirar (Da igual. Otro síncope)

A continuación la tataracoreada Un día en el mundo.

Tratándose de un concierto gratuito se percibe mucho más esa diferencia de feedback entre las inéditas y las doce apostólicas, de las que tocaron once. Sólo sacrificaron al Pequeño desastre animal.

Las estrofas/sudoku de Boca en la tierra omnubilaron hasta al propio microfono. Y es que tras el último verso no sé si Pucho lo encajó mal sobre el trípode o es que el aparatito se mareó tras despegar en avenidas de pegamento. La cuestión es que comenzó a suicidarse deslizandose colgado de su cable hasta posarse suavemente en la tarima como queriendo decir "–Hale!, Micro en la tierra".

Durante La marea aliñaron burbujas de hielo con un efecto 'pajaritos', pero del tipo ruiseñor, en lugar de las gaviotas de Copenhague, que aquí serían más pertinentes, no? Por cierto, le sigue creciendo la fase intermedia heavylona (Y me encanta, pero madre mía, sólo ese interludio acelerado ya dura tres minutos!! O sea, supera a todo un Iglú).

La capacidad de convocatoria de Dissolved no tiene parangón. Que alguien me explique cómo consigue traerse a una docena de amig@s nuevos a cada quedada. Una de las chicas de entre toda esa nebulosa que nos presentó trabajaba como cantante profesional. Se llamaba Teresa. No conocía a VM. Se puso detrás de nosotros y durante la actuación me comentó preocupada sobre Pucho que "...debería reservar mejor su voz al cantar... (dosificar?)".
Y me hizo preocuparme a mí también.
Por un lado se agradece que los seis den todo sobre el tablao, pero por otro lado horroriza pensar que esas portentosas sogas vocales puedan apagarse poco a poco...

¿Es criticable no dosificarse o lo sería más lo contrario? Daría para un largo post.

En general se les vió toda la noche muy felices y explosivos. Pensé que se reservarían alguna fuerza para los siguientes dos días, pero no fue así.
Estuvieron botando compenetrados, gritando y saltando sin parar. No me esperaba tanta energía en el primer concierto de tres consecutivos. No sé, no me cuadraba, pero me tuve que tragar el prejuicio. Vimos a Juanma disfrutar como nunca. Todos coincidimos en eso al final.

Después; la Maldita dulzura que encandila a Little, (quien. por cierto, se estrenaba en concierto masivo y lo flipó) y a continuación una Valiente muy solicitada por el respetable. Qué pena que antes del 'Tras-de-mí...' tuvieron que abortar un comienzo y retomar.
Nada grave, porque el resto de la actuación sonó impoluta.

Mi habitación favorita me volvió a reventar la garganta. A veces creo que la tocan sólo para acabar de destrozarme y que, afónico, me tenga que callar el resto de la actuación. ("...Toma! por pesado!...")

Para el 'Lololó' esta vez nos dividieron en 'izquierda/derecha'. Funcionó muy bien. Pucho bromeó con que a pesar de que lo hacíamos correctamente, curiosamente el 'La' seguía sonando femenino y el 'Lo', a chicarrón del norte –jaja! algún 'donostiarro' (SIC) se quería cambiar de lado.–

Se marcharon y allí nos quedamos coreando láes y lóes respetando obedientemente la división geográfica.

Después, el atronador 'beste bat' de rigor ('otra/otra' en castellano) pero que, claro, a Pucho se le atragantó y comenzó a pedirnos un curso acelerado de euskera. Nos preguntó qué queríamos decir ("¿es-te-ban?" / "¿ves-te-van?") Jaja! y hasta se acercó intrigado a los chillones de la primera fila. Pero no acabó de enterarse muy bien, así que arregló el lío en que se había metido utilizando la lógica: Volvió al micro e improvisó un "–...Bueno, pues... 'bes-te bak... bes-te bak...' y aquí estamos, no?) Jaja! en efecto su frase habría servido para cualquier otro significado y arrancó unos aplausos necesarios para poder retomar la actuación, primero con Guille en una Iglús que no pasará a la historia y después con una Año nuevo que calentase las gargantas del personal antes de la traca final; La Sálvese quien pueda que renueva mi fe nuclear en David (con cameo de Manuel Cabezalí y Charlie Bautista) y una Cuadratura del círculo de cinco grados en la escala Richter.

Durante el tremendo fiestón final yo no entendía nada, "–Vamos a ver, son las dos en punto de la madrugada, estos tíos salen ahora por carretera hacia Badajoz para tocar de nuevo mañana y regresar al día siguiente al norte, a Santander, a repetirnos esta locura de actuación con otros 1.500 km. de litera nocturna a sus espaldas... ¿en sólo dos días?"

...¿era imposible?

Pues resulta que estas tortuguitas lo iban a descubrir en La Campa del Palacio la Magdalena justo 47 horas y 47 minutos más tarde...



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3 comentarios:

  1. Excelente como siempre Dani. Revivir cada segundo, cada detalle a través de tus palabras es una delicia.

    Espero impaciente la segunda parte.

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  2. Los Vetusta en San Sebastián...

    Dos maravillas juntas, una ciudad y un grupo.

    Y yo me lo perdí, maldita sea. Me has puesto los dientes largos :-)

    Donosti siempre ha sido uno de mis destinos preferidos para veranear. Si este año me quedan unos días volveré por allí.

    Un saludo

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  3. Que nos queda a los demás decir cuando danibilbo saca su lápiz a pasear , que digo lápiz varita mágica que para eso es el MAGO DE LAS PALABRAS , pues solo nos que da decir GRACIAS por transportanos a ese lugar donde seguro nos hubiese encantado estar .USV.

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